El número de infectados con coronavirus no deja de crecer, cada vez con mayor número de afectados y fallecidos por COVID-19.
Puesto que a día de hoy no hay tratamientos para abordar la enfermedad, la contención temprana y la prevención de la propagación son claves para controlar la pandemia.
Dado que los Coronavirus, entre ellos el SARS-Cov-2 causante de la enfermedad COVID-19, son virus envueltos por una capa lipídica, son especialmente sensibles a los desinfectantes de uso habitual en el medio sanitario, siendo en teoría fáciles de desactivar. Por ello con una adecuada limpieza y desinfección de superficies, podemos contener en gran medida la propagación, tal como indican tanto la OMS, como el ECDC y el CDC.